¿Qué es un cobertizo y para qué sirve? Es una de las preguntas que nos hacemos a veces y parecen obvias pero…un cobertizo es, básicamente, una pequeña construcción pensada para guardar cosas en el exterior. Puede estar hecho de metal, madera, plástico o incluso resina, y suele colocarse en jardines, patios o terrenos donde se necesita un espacio extra de almacenamiento.
Se dice que la definición técnica de cobertizo es: .
nombre masculino
Tejado que sale fuera de la pared y sirve para guarecerse de la lluvia.
No es una caseta para vivir, ni una habitación, ni un trastero como los de una comunidad de vecinos. Es algo práctico, útil y, sobre todo, funcional.
¿Qué significa cobertizo?
¿Cuál es la función principal de los cobertizos?
Su función principal es proteger objetos del clima: lluvia, viento, sol o nieve. Mucha gente lo usa para guardar herramientas de jardín, cortacéspedes, bicicletas, productos de piscina o sacos de tierra. También se pueden usar como pequeño taller de bricolaje, espacio para guardar leña o incluso como refugio para mascotas. Hay cobertizos tan sencillos como una estructura con techo y paredes mínimas, y otros más completos, con puertas dobles, ventanas y ventilación.
Infórmate sobre algunos cobertizos de exterior aquí
Outsunny 277x191x192 cm es un cobertizo metálico amplio con…
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Hoy en día, con el auge del bricolaje y los espacios al aire libre, los cobertizos se han vuelto muy populares. Dan orden y protegen todo eso que uno no quiere tener rodando por el patio. Son una solución muy práctica si no tienes garaje o simplemente te falta sitio en casa.
Un cobertizo es ese espacio que no sabías que necesitabas… hasta que empiezas a acumular cosas en el jardín. Y cuando lo tienes, te das cuenta de lo útil que puede llegar a ser.
Galería de imágenes de cobertizos
Es posible que no tuvieses una idea clara sobre cobertizos, aquí puedes observar diferentes tipos y diseños de cobertizos para que sepas que son:
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La historia de los cobertizos
Los cobertizos existen desde que el ser humano comenzó a practicar la agricultura y la ganadería, hace miles de años. En sus inicios, eran estructuras muy simples levantadas cerca de las viviendas o campos de cultivo, hechas con madera tosca, ramas y techos de paja o barro. Su función principal era resguardar herramientas rudimentarias, proteger la cosecha o servir de refugio para animales pequeños.
Durante la Edad Media, los cobertizos empezaron a construirse con materiales más duraderos, como tablas de madera trabajada y techos de teja o pizarra. En el ámbito rural, se integraban como anexos al granero o establo, mientras que en zonas urbanas cumplían funciones de pequeño taller o almacén.
Con la llegada de la Revolución Industrial en el siglo XIX, el uso del metal y nuevos sistemas constructivos permitió fabricar cobertizos más sólidos y resistentes. Se popularizó el empleo de chapa ondulada galvanizada, fácil de transportar y montar, lo que facilitó su expansión tanto en granjas como en casas particulares.
En el siglo XX y hasta hoy, los cobertizos han evolucionado hacia estructuras modulares prefabricadas, disponibles en madera tratada, acero galvanizado o resina. Su diseño se ha diversificado: desde modelos pequeños para herramientas hasta grandes espacios para bicicletas, maquinaria o incluso talleres domésticos. Hoy en día, siguen cumpliendo la misma función de siempre —guardar y proteger—, pero con más opciones estéticas, mejor resistencia y montajes mucho más rápidos que los de antaño.
El diseño de los cobertizos
El diseño de un cobertizo suele buscar un equilibrio entre funcionalidad, resistencia y estética. Dependiendo del uso, puede ser desde una estructura sencilla con techo a una o dos aguas, hasta modelos más elaborados con ventanas, ventilación y suelos reforzados. Los materiales más comunes son la madera tratada, que ofrece un aspecto cálido y tradicional; el acero galvanizado, resistente y de bajo mantenimiento; y la resina o PVC, ligeros y fáciles de montar. Su forma y tamaño varían según el espacio disponible y las necesidades de almacenamiento, desde pequeños armarios exteriores hasta grandes casetas multiusos.
Aprende sobre su construcción
Construir un cobertizo implica seguir unos pasos básicos:
- Preparar la base: nivelar el terreno y colocar una base firme (cemento, losas o tarima tratada) para evitar humedad.
- Montar la estructura: ensamblar las paredes y el techo según el material elegido, asegurando bien la fijación.
- Añadir el techo: instalar un tejado resistente, preferiblemente inclinado para evitar acumulación de agua.
- Acabados: pintar o tratar la madera, colocar puertas seguras y, si se desea, instalar estanterías o accesorios.
En los prefabricados, este proceso se simplifica, ya que vienen con piezas cortadas y perforadas listas para ensamblar.
Usos
Los cobertizos son muy versátiles y sus usos más comunes incluyen:
- Almacenamiento de herramientas y utensilios de jardín.
- Guarda de bicicletas y equipos deportivos.
- Protección de leña contra la humedad.
- Espacio de trabajo o taller para bricolaje y reparaciones.
- Almacén multiusos para muebles de exterior o maquinaria.
FaQs:
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